El mastín napolitano se encuentra entre las 18 razas consideradas potencialmente más agresivas y, por ello, es obligatorio que el dueño contrate un contrato de seguro que cubra eventuales daños causados a terceros (lesiones, muerte o daños materiales). A pesar de que los perros de esta raza tienen, en general, un carácter sociable con las personas que conocen, resultan ser, sin embargo, bastante desconfiados con los extraños, hasta el punto de expresar con ellos sus dotes innatas de perros de guardia. Además, debido a su tamaño, los mastines napolitanos son peligrosos para los niños.