Los pequeños pero mortales pulpos de anillos azules se pueden encontrar en las aguas del Pacífico y del Océano Índico. Su veneno, que contiene la neurotoxina tetrodotoxina, puede paralizar y matar a un ser humano en pocos minutos. A pesar de su pequeño tamaño y aspecto inofensivo, su encanto es fatal para quien se acerque demasiado.