El Deathstalker es uno de los escorpiones más peligrosos conocidos, originario de las áreas desérticas del Medio Oriente y del norte de África. Su veneno es una potente mezcla que causa un dolor atroz, fiebre y parálisis, particularmente amenazante para los niños y las personas vulnerables. Es importante tener cuidado durante las exploraciones en estas regiones.