Antes de proceder es necesario preparar adecuadamente el terreno. Para evitar que las raíces de las rosas se expandan en suelo duro o arenoso, es importante cubrirlo con corteza, teniendo cuidado de integrar todo con tierra fresca y suelta mezclada con estiércol, para facilitar gradualmente el proceso de plantación. Es bueno saber que algunas variedades de rosas pueden requerir un tipo de suelo ligeramente diferente. Por ello es recomendable consultar siempre estos aspectos con tu vivero de confianza.