Noruega es una tierra rica en folclore y creencias populares: según una antigua tradición local, durante la noche del 24 de diciembre las brujas van de casa en casa en busca de escobas para robar. La víspera de Navidad se considera, por lo demás, estrechamente ligada a los espíritus malignos, que deben ser expulsados por los hombres de la casa mientras que las mujeres esconden cuidadosamente todas las escobas. Si no fuera así, las brujas podrían volar libremente en la noche asustando a adultos y niños.