Las facilidades para la instalación de un sistema fotovoltaico pueden ser de diversas formas, tanto para viviendas particulares como para empresas. Para viviendas particulares, entre los incentivos más comunes se encuentran las deducciones fiscales sobre los costos de instalación del sistema. Para las empresas, en cambio, existen incentivos que contemplan el reconocimiento de aportes a fondo perdido, la exención por parte de las autoridades locales de los costos de conexión a la red de distribución eléctrica y otras subvenciones. Además, también existen instrumentos financieros como los préstamos subvencionados, la cesión de créditos y los intereses subvencionados que pueden permitir un ahorro considerable.